Hace unos días y buscando una receta de lasaña que tubiera menos calorías, encontré ésta: Musaka griega.
He cambiado un poco la receta original, ya que se hace con berenjenas, pero yo lo cambié por calabacines, que era lo que yo tenía por casa, y en alguna cosilla más. Os enseño como la hice yo, que está riquísima y por eso la quería compartir con vosotr@s.
Vamos a necesitar (para 4 personas):
- 3 calabacines grandes.
- 600g de carne picada (ternera o mixta).
- 500g de tomate triturado.
- 1 cebolla grande.
- 2 ajos.
- 1 vaso de vino blanco.
- 2 tranchetes de queso o queso rallado.
- 1 poco de azúcar ( una cucharadita de café).
- Aceite, sal, perejil y pimienta.
Preparación:
Pelamos y cortamos los calabacines a lo largo en lonchas de más o menos medio centímetro. A continuación les echamos sal al gusto y los cocinamos a la plancha, hasta que estén blanditos. Reservamos.
Picamos el ajo y la cebolla en trozos muy pequeños y los sofreímos hasta que estén pochados en una cacerola con el aceite suficiente como para cubrir la base. Entonces añadimos la carne y la dejamos haciéndose unos 5 o 10 min, hasta que esté dorada.
Una vez la carne está dorada, incorporamos el tomate triturado, el vaso de vino blanco, un poquito de azúcara para corregir la acidez del tomate y el perejil. Salpimentamos al gusto y dejamos cocer una media hora más o menos, hasta que la salsa reduzca y quede espesa. Cuando espese lo suficiente y 3 o 4 min antes de retirar del fuego agregamos el queso que le dará un toque cremoso.
Cuando la salsa esté lista comenzamos a montar en una fuente para horno. Empezamos poniendo una capa de calabacín, y después echamos una capa de la salsa y así sucesivamente hasta que terminemos con una capa de salsa. Reservamos.
Ahora es momento de hacer la bechamel. Ponemos a calentar unas tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente añadimos 2 cucharadas grandes de harina y la tostamos un poco para quitarle ese sabor. Una vez hecho esto comenzamos a agregar la leche poco a poco y sin dejar de mover (yo utilizo una varilla para que no me salgan grumos). Cuando tenga la consistencia que queramos echamos sal al gusto y un toque de nuez moscada, que le da un sabor muy rico a la bechamel.
Volcamos nuestra salsa bechamel en la Musaka ya montada, espolvoreamos queso rallado para gratinar por encima y la metemos en el horno que tendremos precalentado a unos 200ºC hasta que el queso gratine. Y LISTO!!!!